viernes, 31 de agosto de 2007

No lo entiendo


Debo ser un poco corto pero no puedo entender la necesidad de cortar al tráfico varias calles con ocasión, deduzco por la fecha y la hora, del pregón literario en el Teatro Principal. Tal cosa aconteció ayer desde las ocho de la tarde, concretamente en la Plaza de San Lázaro, la calle Burgos y el primer tramo de la calle Colón, además, sin previo aviso, ni explicación alguna (dos vehículo de la policía municipal atravesados en ambos extremos de la calle), ni advertencias o recomendaciones de itinerarios alternativos (si bien es cosa harto difícil darlos en una ciudad cuya transversalidad ha quedado reducida precisamente a esas ínfimas venitas que rodean las iglesias y el convento de las Claras, tras las sucesivas urbanizaciones, peatonalizaciones y demás.

¿Se corta el tráfico acaso con ocasión de conciertos o representaciones de obras de teatro en dicho escenario? ¿Se procede así siquiera cuando salen a la venta las escasas entradas que para los distintos ciclos quedan libres tras cumplimentar a jerifaltes y amiguetes, a fin de evitar que las largas e impacientes colas corran peligro de atropello? No, pero se ve que hay quien hasta para escuchar un pregón necesita desalojar la calle entera, a fin de que se le vea bien cuando camina por el centro murmurando para sus adentros "San Antolín c´est moi".

jueves, 30 de agosto de 2007

Como iba diciendo

Me jiba ser profeta, sobre todo por los que se pasaron largas horas en las colas de Campos Góticos los días de venta libre, pero ya empieza a montarse el lío con la cogida de José Tomás. Parece seguro que el añorado domingo de gloria del rabo no se va a repetir, y esta es solo la primera mala noticia para la feria en lo taurino.
Encima va el pp y se le ocurre sumarse al absurdo de las discusiones sanantolineras proponiendo rebajas fiscales a los feriantes para abaratar las atracciones. Eso, ponerselo más barato, tendría sentido proponerlo cuando se tramitaron las ordenanzas fiscales, y no a pié de noria, pero se ve que la tía C se ha tomado unas vacaciones más largas que las mías -con todo el derecho del mundo, vaya por delante-.
Pero el psoe no se queda atrás, y el tío H se queda hoy tan oreado diciendo en el palentino que el PGOU "está en el tejado de la Junta" y que la supensión de su aprobación definitiva es "un trámite administrativo que se da en casi todo planeamiento urbanístico", como si se les hubiera olvidado poner una póliza de tres pesetas.
Y les veremos a todos en las casetas, fardando de lo bien que va Palencia, mientras se nos sigue echando la m ... encima.

miércoles, 29 de agosto de 2007

La que se avecina

Ayer estuve echando un vistazo al programa de fiestas, cuyo comienzo es más que inminente. Ciertas razones inesperadas me tienen este año algo espantado ante la perspectiva sanantolinera. No sé si llegaría al extremo de proponer su total supresión, como me sugiriese hace poco un buen amigo, pero desde luego empiezo a empatizar con quienes no entienden algunas cuestiones relacionadas con estas jornadas festivas, que especifico a modo meramente enunciativo:
1º ¿A qué ese empeño de convertir las fiestas de todas las ciudades en una mala copia de los sanfermines?
2º ¿Cómo se puede seguir teniendo fe en un espectáculo cuyos responsables quedan totalmente impunes tras prometer el oro y el moro de año en año y sustituir después a última hora diestros, toros e incluso ganaderías completas?
3º ¿Existe realmente alguna diferencia esencial entre tomarse el vino y la tapa en la caseta o hacerlo dentro del establecimiento, como siempre -más allá de esperar una eternidad, hacer mil equilibrismos con la tapa, el vaso de papel y la servilleta y poner la calle hecha un asco-?
4º y esencial ¿de dónde sale tanta gente -especialmente cuando hace buen tiempo-? ¿dónde están todos esos palentinos ocasionales el resto del año, cuando los pocos que seguimos intentando echar adelante esa ciudad nos pelamos de frío, nos matamos con la razón frente a las distintas administraciones y vivimos la ciudad a diario?
5º ¿Por qué no se mencionan en el programa los actos organizados por iniciativas privadas tales como el pregón del Casino o, este año, la reinauguración del colegio de Villandrando?
En fin, pan y circo para todos. Qué se le va a hacer.

martes, 28 de agosto de 2007

Que vienen las fiestas

Esta mañana después de cruzar Puentecillas subi hacia la Catedral y al ver la puerta abierta accedi a su interior, casi sin pensarlo. Recordando de inmediato el mal rato del sabado anterior, en que nos cogio la tormenta por la carretera al volver a casa, me parecio buen momento para dar gracias y predisponerme espiritualmente, a la jornada y al nuevo curso. Es curioso, pero me cuesta encontrar una expresión no escolar equivalente para definir la reincorporación al trabajo tras las vacaciones. En mi profesión, podría decir "año judicial", pero me parece demasiado rebuscado, y un curso después de todo no es sino un camino, de forma que empezar un nuevo curso significa también volver al camino. Que es precisamente lo que intento tras un reparador y agradable descanso. Supongo que por eso me espanta un poco el bullicio de los inminentes San Antolines, por primera vez en mi vida.