La
semana pasada, charlando con Alberto Calleja y contestando al
cuestionario del espacio DE TODO MENOS DE LO SUYO, preguntado sobre
algo que me gustara menos de los palentinos puse de manifiesto mi
tristeza ante la falta de alternativas políticas a los partidos
tradicionales, y una sensación de desinterés de mis paisanos acerca
de estas cuestiones. Afortunadamente, apenas dos días después los
resultados de las elecciones al Parlamento Europeo en nuestra capital
y provincia me desmentían, y proporcionaban la gran satisfacción de
ver que en esta ocasión Palencia no se quedaba rezagada respecto del
movimiento de cambio producido en el resto de España.
Me
imagino que ya habrán escuchado y leído muchas veces estos datos,
pero no me resisto a reiterarlos: en el año 2009, solo 4 formaciones
políticas consiguieron más de 1.000 votos, contando la capital y la
provincia: PP, PSOE, UPYD e IU. Este año han sido casi el doble,
siete por este orden: PP, PSOE, IU, UPYD, PODEMOS, VOX y Cs. En el
año 2009, además, la siguiente formación en votos –una coalición
de LV- no superaba los 400 votos (334). En el año 2014 en cambio, la
octava –la interesante opción escaños EB- ha conseguido 784, y
otras 3 formaciones han superado también los 400 (PRIMAVERA EUROPEA,
MOVIMIENTO RED y PACMA).
En
nuestra capital, los resultados obtenidos por UPYD y PODEMOS
superaban la barrera de los 2.000 votos, lo cual en unas elecciones
municipales les hubiera permitido obtener seguramente un concejal
para el Ayuntamiento, uno de los pocos desde hace años de entre las
capitales de nuestro entorno donde el monopolio de los partidos
tradicionales sigue sin ceder.
A
primera vista se podría pensar que la “derrota del bipartidismo”
de que tanto se habla últimamente solo se habría producido a
consecuencia de la fragmentación de las opciones de la izquierda, de
la debacle sin paliativos de un PSOE que a nivel provincial ha
perdido casi 15.000 votos, y en torno a 8.000 a nivel local de
Palencia en comparación con las últimas elecciones municipales.
Llama pues la atención que sus dirigentes se sumen a las voces que
reclaman una renovación nacional del partido y no se planteen
primero, en buena lógica, lo mismo a pequeña escala.
Pero
resulta que el Partido Popular, cuyo oponente más directo, en tanto
surgido de sus filas, el partido VOX no ha obtenido unos resultados
tan holgados como los de las formaciones de izquierdas –aunque
tampoco sean malos- ha perdido más de 14.000 votos en la provincia,
y cerca de 11.000 de ellos solo en la capital, también en
comparación con las últimas elecciones municipales. Un mensaje
claro y contundente de una ciudadanía harta de castas y privilegios
que reclama, a diestra y siniestra, democracia interna, participación
efectiva, regeneración ética y transparencia. Bien por los
palentinos. Que no decaiga.