
Debo ser un poco corto pero no puedo entender la necesidad de cortar al tráfico varias calles con ocasión, deduzco por la fecha y la hora, del pregón literario en el Teatro Principal. Tal cosa aconteció ayer desde las ocho de la tarde, concretamente en la Plaza de San Lázaro, la calle Burgos y el primer tramo de la calle Colón, además, sin previo aviso, ni explicación alguna (dos vehículo de la policía municipal atravesados en ambos extremos de la calle), ni advertencias o recomendaciones de itinerarios alternativos (si bien es cosa harto difícil darlos en una ciudad cuya transversalidad ha quedado reducida precisamente a esas ínfimas venitas que rodean las iglesias y el convento de las Claras, tras las sucesivas urbanizaciones, peatonalizaciones y demás.
¿Se corta el tráfico acaso con ocasión de conciertos o representaciones de obras de teatro en dicho escenario? ¿Se procede así siquiera cuando salen a la venta las escasas entradas que para los distintos ciclos quedan libres tras cumplimentar a jerifaltes y amiguetes, a fin de evitar que las largas e impacientes colas corran peligro de atropello? No, pero se ve que hay quien hasta para escuchar un pregón necesita desalojar la calle entera, a fin de que se le vea bien cuando camina por el centro murmurando para sus adentros "San Antolín c´est moi".