jueves, 8 de mayo de 2014

CONTRA LA SUPRESIÓN DE DEMARCACIONES ASISTENCIALES RURALES

Mi firma de ayer en CADENA SER Palencia.

Desde el mes de agosto del año 2012 y muy especialmente a partir de enero del presente año, la Gerencia Regional de Salud de la Junta de Castilla y León (SACYL) está desarrollando un proceso de reorganización de las demarcaciones asistenciales de Atención Primaria, es decir de modificación de las subzonas en que se dividen a su vez las zonas básicas de salud en cada provincia a efectos del personal médico y de enfermería a su cargo.

Este proceso se inserta dentro de otro más amplio de optimización de los recursos humanos de la Gerencia (eufemismo cuyo significado no es sino el de hacer trabajar más a los profesionales sanitarios pagándoles lo mismo o menos) y redefinición de su estatuto jurídico (nuevo eufemismo cuyo significado no es sino el de obligar a los funcionarios sanitarios a dejar de serlo, para poder mangonearlos mejor). Proceso que ya viene generando las correspondientes polémicas a nivel regional y provincial, como las producidas por la supresión de las urgencias rurales (en Palencia, casos como Barruelo y Guardo) o el establecimiento de un plazo hasta el año 2015 transcurrido el cual el personal sanitario que no renuncie a seguir siendo funcionario será destinado a otros servicios no sanitarios (maldición bíblica inexplicable y de dudosa legalidad).

En la provincia de Palencia, la última de las disposiciones aprobadas al respecto ha dado lugar a la supresión de un número considerable de demarcaciones asistenciales médicas en las zonas básicas de salud rural, modificándose las restantes acumulando sus centros de salud y núcleos de población anexos a otras demarcaciones ya existentes, y creándose unas pocas –cuatro- demarcaciones nuevas en la capital. En resumen, quitar médicos en el resto de la provincia, aumentar la carga de trabajo y dispersión geográfica de buena parte de los restantes y poner cuatro más en la capital. En enfermería las supresiones sobre el papel son menos, pero las modificaciones de las restantes mediante el incremento de la carga de trabajo considerables. Curioso fenómeno derivado, al parecer, de la intención de suprimir más demarcaciones a corto plazo.

Desde mi despacho profesional ya estamos asesorando a varios miembros del personal sanitario al respecto.

Todas estas decisiones las justifica la administración sanitaria regional invocando su potestad de autoorganización y la necesidad de optimizar los recursos. Pero cuando se revisa caso por caso en nuestra provincia y en el resto de la comunidad todo apunta a que en realidad, una vez más, se trata de un pretexto, y a que no se han aplicado realmente criterios objetivos para decidir cuántas y cuales demarcaciones suprimir. Lo malo, además, es que los usuarios afectados por el incremento de la carga de trabajo del personal sanitario solamente pondrán el grito en el cielo cuando se produzca alguna tragedia, como pasó hace poco en Treviño por otra cuestión administrativo – sanitaria.
 
Siempre he defendido y defenderé que una sociedad que atenta contra las condiciones de trabajo y dignidad de sus docentes y sanitarios comete un error irreparable. En uno y otro sector la labor de los profesionales es un pilar fundamental de nuestro presente y nuestro futuro. No consintamos que se juegue más con ellos.



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