jueves, 29 de noviembre de 2007

MENTIR CON LA VERDAD


A esto nos tienen acostumbrados algunos políticos, de forma que ya ni nos damos cuenta. Se hacen afirmaciones ciertas pero incompletas, eludiendo las verdaderas respuestas sin caer en falsedades, pero sí en ocultaciones. Lo cual es más grave, pues quien miente abiertamente asume al menos, con cierta valentía, el riesgo de ser descubierto, o bien lo hace por ignorancia o desconocimiento (primera acepción en la RAE. Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa). Pero quien miente con la verdad es cobarde, "induce a error, finge, aparenta" (segunda y tercera acepciones en la RAE) y además pretende salir impune y hacer recaer la responsabilidad de su engaño en el engañado.


De estos engaños en Palencia ya voy teniendo una lista muy larga. En su momento, será cosa de darle aire. Pero cualquiera puede darse cuenta de ellos, si lo piensa un poco. Una pista: dos administraciones se culpan entre sí de una decisión, y ninguna miente ¿cómo es posible?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que lo peor es saber solo la mitad de las cosas, quedarse en una orilla sin mirar a la otra. Aunque nunca sabes si te va a a gustar lo que te cuenten al otro lado.

Anónimo dijo...

Walden: si uno que yo me sé anda por medio, la solución está clara, clara, como el agua clara. Pide el pobre un besito en la frente.

Anónimo: pareces shidarta. Cual es la orilla de la verdad y cual de la mentira, cual es la receptora del todo el conocimiento? ¿Acaso ambas? Porfa, oh¡ oráculo palentino, responde¡.

WALDEN dijo...

Yo el único oráculo que quiero ser es el que interpretaba Donald Pleasence.

Anónimo dijo...

Perdóname walden, he estado repasando la filmografía de donald pleasence y no ubico la película en cuestión. Saludos.

WALDEN dijo...

La respuesta a la cuestión de las administraciones: ninguna miente porque ¡las dos tienen la culpa!

En cuanto a Pleasence, véase la entrada de hoy.